Funciona como un préstamo para personas de 65 años o más, a cambio de recibir un importe único o rentas mensuales, manteniendo la propiedad de su vivienda. Los herederos podrán pagar la deuda con su propio dinero o con parte del dinero obtenido por la venta que realicen.

El propietario de la vivienda vende una parte de la propiedad, la nuda propiedad, a cambio de recibir un importe único o rentas mensuales, manteniendo el uso de la misma hasta el fallecimiento.

Las características que la hacen diferente es que se puede aplicar a cualquier tipo de propiedad, como oficinas, naves o locales. En este caso se transmite la nuda propiedad, a cambio de recibir rentas vitalicias, manteniendo el uso de la misma hasta el fallecimiento.